¿ES LEGAL EL MACHISMO DE LA ICAR?

Leo en Cáceres Laica una noticia Publicada en el Norte de Castilla que cuenta como unas 150 personas, todos ellos varones, se han dado cita en la comida de hermandad de la cofradía del Cristo de Valderrey (Zamora), prescindiendo por primera vez de la representación del Ayuntamiento de la ciudad debido a que la alcaldesa, Rosa Valdeón, no ha sido invitada al acto por ser mujer,  al igual que  la subdelegada del Gobierno en Zamora, Josefa Chicote.

“Cabreada” por el descaro de los  impresentables machistas de la cofradía, dudo si soy víctima de una alucinación cuando me entero que esta recibe del consistorio seiscientos euros anuales en concepto de subvención cuya retirada ha sido, naturalmente, reclamada por la concejala de de IU en el Ayuntamiento de Zamora y diputada provincial, Laura Rivera, por ir en contra de la Ley de Igualdad, y aun así, todos estos gestos discriminatorios han sido asumidos sin problema por todo el consistorio incluidas las dos mujeres socialistas que aun se muestran dispuestas a asistir a la procesión del susodicho Cristo.  ¿Y nadie se escandaliza?

Porque a mí esta historia no me cabe en la cabeza, pero es que a mí tampoco me cabe que la Iglesia católica se permita la licencia de discriminar, contra la Ley de Igualdad, cada día, a todas las mujeres de su comunidad vetándoles el acceso a los puestos jerárquicamente superiores, todos ellos en manos masculinas, al impedirles que se ordenen sacerdotes, y por tanto que lleguen a ser Obispos, Arzobispos y Mama, que sería el equivalente femenino de Papa; Ni comprendo que el trato que la mujer recibe en la iglesia católica sea tan vejatorio que el único estatus al que pueda aspirar dentro de su jerarquía sea el de monja, o esclava del señor, y aun así el Estado Español siga financiandola, recaudando dinero para ella,  subvencionando cada una de sus actividades, y manteniendo sus privilegios fiscales.

Y yo que me la “calé” desde era pequeña tampoco entiendo que nadie parezca encontrar contradicción alguna en los usos discriminatorios de esta “macroempresa” eclesiástica y la Ley de igualdad, por lo que  aprovechando las Apostasías masivas que estos días se están produciendo hago un llamamiento a las asociaciones feministas y a los partidos que crean en la igualdad para sumarse a estos actos en defensa de la igualdad de oportunidades y de la no discriminación machista de la ICAR. 

Milagrosa Carrero